Para el momento de formación del partido Humanista, la transformación social y el desarrollo personal corrían por carriles separados, es decir las personas que les preocupa la transformación social se agrupan en organizaciones sociales, principalmente partidos políticos para llevar adelante sus propuestas de cambio, por el contrario quienes buscan una transformación profunda de la propia vida se agrupan en organizaciones místico, religiosas, filosóficas.

Así los partidos políticos se ocupaban entonces, como hoy, solo de los temas sociales, a los cuales, se ve incluso como opuestos a los temas personales.
Para el Humanismo Universalista, ambos aspectos de la vida, lo personal y lo social, son dos caras de una misma moneda, la vida humana. Por ello el Partido humanista se ocupa de ambos aspectos, yendo más allá de los partidos tradicionales, transformandose así en “algo más que un partido”.
La preocupación del partido humanista por otorgar a sus miembres distintas técnica de desarrollo personal con el fin de fortalecerles personalmente y al mismo tiempo trabajar en la transformación social, son una característica única que seguramente en la medida en que se comprenda la estrecha relación que existe entre los actos humanos, la acción social y el mundo interno, sera cada vez más común en todo tipo de organizaciones.
Hoy ya se sospecha que todo aquel que pretenda transformar el mundo, deberá preocuparse que su discurso social tenga coherencia con su vida personal y que ambos aspectos deben marchar en la misma dirección, el Partido Humanista va más allá e invita a sus miembres a trabajar en su desarrollo personal buscando dar coherencia personal a su acción social”.