Solo compartir y decir al mortal común que su sentir es verdadero y que su acción organizada y masiva es lo que nos puso en el camino de una nueva constitución y de cambios profundos y no es la violencia como el sistema pretende hacernos creer a través de sus promotores, fueron esas marchas, esa acción la que puso a temblar a el sistema politico,lo hicimos como sociedad millones de chilenos.
No son las estaciones de metro quemadas, sino los millones de personas que a pesar de la exlosión violenta del malestar contenido por años y de la violencia organizada del sistema, salieron a las calles,sin temor, fueron las grandes marchas, históricas que nos trajeron hasta aquí, o ¿alguién cree que sin esas historicas marchas estariamos en esta?.
Protestas y violencia de diverso grado han habido desde la vuelta a la democracia, la diferencia es que esta vez salimos 2,5 millones de personas a las calles. En la araucania por años la violencia de todo tipo se ha radicalizado y eso no produce ninguna medida seria por parte de la autoridad, porque a la autoridad le acomoda la violencia, a diferencia de lo que dicen los formadores de opinión del sistema, lo único que asusta al sistema es la gente organizada, eso produce las revoluciones, la violencia es solo efecto secundario doloroso más aún desde que son los gobiernos quienes tienen el poder absoluto de ejercer violencia física.
Eso de robarle a la gente su capacidad de transformación es tipico de este sistema, que promueve personajillos y degrada el poder de la población organizada, recuerdo que lo primero que hizo Alwin en su primer discurso fue desactivar a las fuerzas sociales organizadas, diciendo «vayan a sus casas ahora nos encargamos nosotros», y aqui estamos ningún cambio profundo, desafortunadamente la gente hizo caso y se fue a sus casas.
No son estos personajitos que aparecen «generosamente» para representarnos quienes producen los cambios profundos, son las marchas de millones de personas, los cabildos, la organización de la base social, estas son las únicas formas de lucha que hoy producen presión suficiente, la violencia en que se hace tanto incapié es solo manifestación secundaria, explosión de un profundo malestar, que no produce transformaciones profundas, se agradece a los jovenes que saltaron los torniquetes, generación joven valiente que hizo lo que las anteriores no y que siguen organizando las movilizaciones, abrieron el camino para las masivas manifestaciones, sentimos que hoy estan pagando, presos sin juicio por manifestarse, hay que movilizarse por la libertad para los presos políticos de la revuelta.
De todos modos no nos perdemos, la fuerza de cambio esta en los millones de personas en las calles, en la gente movilizada, en la base social, en la juventud inspirada.
Para una verdadera transformación debemos estar atentos y movilizados, cualquier otra opción producirá solo cambio de manos en el poder, como se puede apreciar en la mayoria de las supuestas revoluciones de la historia reciente, que no terminaron con la pobreza, la discriminación, la opresión, ni la explotación, ni otorgaron más libertad en ninguna parte del planeta.
Es tiempo del hombre y la mujer comunes, de la sociedad organizada, todos y todas juntos, alertas en permanente intercambio paritario, a no creer el cuento que minimiza el poder de base social, la violencia no transforma nada, siempre termina volviendose contra el pueblo, sin importar las razones, la ideología ó el signo político de los opresores, todo intento de usar la violencia como forma de transformación profunda, en los últimos 200 años a terminado en dolorosos fracaso para el pueblo o en un cambio de opresores, siempre con muy pocas mejoras significativas para los pueblos que pagan los costos y beneficios personales para quienes se hacen del poder.
El camino en que esta Chile, es producto de la movilización social, ese es el verdadero poder al que temen los opresores de todo signo, ese enorme poder de millones de persona en las calles exigendo cambios profundos, nos a traido hasta aqui, no la catarsis violenta propia del profundo descontento social, ni la violencia organizada del sistema para asustar a los grandes conjuntos humanos.
Por eso, vemos que la represión afecta mayoritariamente a gentes que muchas veces ni estaban participando de las protestas o lo hacian pacificamente, porque su objetivo no es terminar con la violencia, sino asustar a la población, para que no salga y no se organice masivamente, todavia no sabemos quienes quemaron las dichosas estaciones, sin embargo llevan mucho tiempo presos quienes se saltaron los torniquetes(?).
Podemos afirmar con todo el respaldo de la historia reciente y sin temor a equivocarnos, todo aquel que avala la violencia como forma de lucha, para conseguir la paz u otros abjetivos,solo busca oprimirnos, aunque hoy se muestre como nuestro salvador, sin importar su bando, en cuanto se produzca divergencia te oprimirá con todo el poder de su violencia.
El tema de la violencia no es una cosa moral, es una cosa de verdadera revolución, de eficacia, la única revolución es la transformación profunda del sistema incluidos sus metodos de lucha.
Democracia directa ahora.
Una reflexion final, es tal el pánico que genera en el poder la noviolencia, que sin importar el bando, izquierda o derecha, acallar a quienes promueven todo forma de violencia, es una consigna común, por ello nadie menciona que todo lo que hoy se denuncia, los humanistas lo denunciaron en el primer gobierno de vuelta a la democracia y que renunciaron en masa a sus cargos en el gobierno de ese entonces, mientras los otros partidos se peleaban su cuota de poder o buscaban como ser parte de la administración del modelo, los humanistas promueven la no violencia y la democracia directa, ambas cosas atentan directamente contra los cargos de representación, pecado capital en un sistema en que política y negocios son dos caras de la misma moneda.